ANESTESIA

Susana Pardo

ANESTESIA

Amor fundido a negro

ANESTESIA es un proyecto expositivo transversal fruto de la colaboración de la escritora Andrea Tovar y el artista visual Manuel Granados. La unión sinérgica de la poesía visual de Tovar con la vídeo instalación de Granados se presenta por primera vez en Mutuo Centro de Arte de Barcelona, en septiembre de 2019. Conceptualizar la anestesia supone ahondar en el trabajo que Granados centra en el estado de transición entre lo físico y lo virtual que el ser humano acaba de iniciar con la nueva revolución tecnológica. Como toda fase intermedia supone ganancias y pérdidas.

Qué implica la desmaterialización de lo físico o hacia dónde han de proyectarse los esfuerzos en la construcción del cuerpo virtual son cuestiones que han de plantearse de un modo holístico, con una observación y análisis interdisciplinar. ¿Cómo podemos entender, desde nuestra perspectiva inmersa todavía en el paleolítico de las tecnologías de la información, la comunicación y la inteligencia artificial, la disolución del individuo y la individualidad tal como la conocemos? ¿Nos llevaría a un mayor aislamiento y soledad? o por el contrario la realidad virtual súper conectada sería más afín a nuestra naturaleza de seres pensantes y espirituales desde otra manera de ser en lo físico.

Manuel Granados y Andrea Tovar abordan el concepto de anestesia tomando prestado el potencial confuso y contradictorio de las imágenes y las palabras para dar a conocer, al mismo tiempo que enmascaran y silencian por conveniencia o saturación.

La propuesta pone el foco en la dialéctica del sistema sinestésico / anestésico, relacionada con la percepción sensible a través de los sentidos. Siguiendo el razonamiento de Susan Buck-Morss1, el sistema sinestésico se encarga de hacer consciente lo que nos llega del exterior uniéndolo a las imágenes mentales registradas por la memoria y la anticipación en nuestro cerebro; estaríamos hablando, por tanto, del «sistema estético de la conciencia sensorial».

En la era del ocio híper consumista y la introducción de lo visual y virtual en los nuevos modos de relación, parece urgente revisar lo estético y, quizá, ajustarlo a su etimología originaria. Del griego aisthetikos, se define como el conocimiento que se adquiere por los sentidos. Estos saberes que nos llegan al contemplar, escuchar, paladear, inhalar o acariciar han sido tradicionalmente denostados por la filosofía y la ciencia, ya que tenían acceso directo a la emoción sin pasar por la razón. Sin embargo, investigaciones recientes del neurólogo Antonio Damasio2 ponen en valor los sentimientos, como experiencia mental de las emociones, al concederles el papel de agentes de motivación y control en la construcción de la cultura, o lo que entendemos por civilización. Pero en algún momento de la historia del arte, lo estético dejó de relacionarse con la percepción sensible para decantarse por la belleza como experiencia sensual o lo que place a los sentidos.

La cuestión no es dejar de percibir y sentir sino estar al mando de nuestro sistema sensorial y ser capaces de discernir la información que dejamos pasar. No es fácil responder a la pregunta de hasta dónde nos influye el shock de la fantasmagoría que oculta o altera la realidad y satura los sentidos impidiendo reaccionar ¿Qué implica estar inmerso en el exceso y la espectacularización vacía como un ideal consumista de la cultura de masas? Es evidente que tomar un vino con los amigos, como tener un perfil en Instagram, fomenta las relaciones sociales y produce sensación de bienestar. Por el contrario la adicción al alcohol, las drogas o las redes sociales, dificulta la comunicación de calidad y el aprendizaje; condiciona, somete y aísla al individuo al mismo tiempo que obstruye y merma todas sus capacidades sensoriales y cognitivas.

Con ANESTESIA se reclama la facultad de volver a abrir los canales de percepción, favorecer el flujo de información, pero ante todo, evitar el manejo de lo estético por agentes condicionados por fines crematísticos. ANESTESIA manifiesta la urgencia de ser conscientes de no traspasar ciertos límites de insensibilización, advirtiendo del peligro en el uso abusivo que adormece y paraliza. Tomar el control y dosificar son la clave para activar o desactivar la dialéctica sinestesia / anestesia, ya que son los mismos estímulos, recursos, acciones, objetos y sustancias químicas (naturales o artificiales) los que actúan en la fluidez o la obstrucción de lo percibido.

La anestesia, por tanto, no incide en la negación de lo sensible, sino en el colapso de los sentidos que obstruyen las vías de conexión en detrimento de la experiencia o la obtención del placer, y en última instancia de la supervivencia. Resulta contradictorio que, en este momento de auge de canales de información y redes sociales que nos conectan a través de mensajes de texto, de audio y de imágenes, el sistema sinestésico pueda revertir su funcionamiento y derivar en sistema anestésico como medida de prevención del cuerpo ante la saturación de estímulos que provocan el shock traumático. Walter Benjamin3 aconseja la distancia, para observar y sentir desde fuera la fantasmagoría capitalista. Sin embargo, Andrea Tovar recurre a la memoria fijada en el álbum de fotos familiar, las cartas y documentos del pasado para sus poesías visuales; mientras Manuel Granados se apropia de imágenes de la vida cotidiana colgadas en internet como construcción de un cuerpo virtual inconsciente. Ambos, se obligan a no caer en la “crisis de la percepción” que padecemos y se proponen registrarlo todo en sus piezas. Anotar en la memoria construye anclajes a los que volver y previene el adormecimiento. La memoria vela por la integridad perceptiva mientras se abren las vías para apreciar el tiempo contemporáneo y no sucumbir a la anestesia de lo estético. El peligro del individuo anestesiado reside en cómo queda despojado de su posicionamiento político e incapacitado para la crítica y la acción.

La propuesta ANESTESIA es una experiencia visual en dos tiempos:

En primer lugar, la videoinstalación de Granados permite sumergirse literalmente en la ambivalencia de las imágenes y sonidos a través de una catarata atropellada y asincrónica de objetos de consumo y actividades diversas que conforman la cotidianidad. Se ha creado una fantasmagoría, que a diferencia de la orquestada por la cultura de masas, no pretende ser un espectáculo gratificante ni reconfortante. Mas bien al contrario, aquí la intención gira en torno a la posibilidad de despertar del colapso que supone el exceso fetichista en que se han convertido las experiencias sensoriales y culturales, como sustitutivos complacientes de la realidad. Las imágenes y sonidos de la video instalación mantienen una posición contraria a la ilusión de un mundo idílico; evidencian la soledad y fragmentación de una humanidad alienada, herida y depauperada. El espectador asiste a un espacio de exageración y superabundancia provocando una violencia perceptiva que posibilite una potente necesidad de reacción.

La segunda parte es este poemario intervenido de Tovar, como pieza extendida del caos. El formato libro, permite la lectura y visualización en un entorno que ya no es el propuesto por los artistas sino elegido por el propio espectador. Reflexión, intimidad y conexión, son conceptos que limpian las vías de acceso de lo estético para que puedan convertirse en imágenes mentales, es decir, experiencia sensible y cognitiva. La estructura visual del poemario puede llegar a percibirse como una carrera de obstáculos o un laberinto que esconde secretos y trampas. Nada es lo que parece. Engaños y confusión que estimulan al lector para no bajar la guardia. Ahora se demanda un esfuerzo al observador para que sea crítico y distinga entre lo útil y lo desechable. A través de cada una de las páginas se plantea una faceta de la anestesia, y a su vez, se traza un íter más amplio que se encamina a una posible resolución: el despertar a la propia vida. De este modo, la experiencia artística extendida pretende servir de estímulo para encontrar la poesía en lo cotidiano que ayude a diferenciar lo lúdico de lo nocivo. 

El proyecto plantea diferentes aspectos en la manera de percibir la experiencia artística haciendo converger desde distintas realidades de espacio-tiempo la aprehensión del concepto anestesia. Pero, sobre todo, hay una apuesta clara por la recepción activa y crítica del observador para que los dispositivos se movilicen y generen las conexiones imprescindibles para la comunicación.

Al ahondar en la percepción sensible o estética (aisthetikos), es posible llegar al convencimiento, acertado o no, de las múltiples opciones que las imágenes captadas y procesadas nos ofrecen. El desarrollo tecnológico, entre otras funciones, repara en hacer perceptible la virtualidad del mundo de las ideas del que Platón ya nos hablaba, una infinidad de imágenes mentales que pueden potenciarse a través del sistema sinestésico. Este proyecto no quiere pasar por alto la cualidad intervencionista del concepto anestesia, es decir, su capacidad medial o catalizadora, que deviene en material, fórmula o herramienta de uso saludable que tomamos prestada para imaginar; «para saber hay que imaginarse» dice Didi-Huberman4.

Sin la imaginación no es posible el aprendizaje ni el conocimiento, es la que pone en juego las opciones que hacen posible el desbordamiento de nuestro yo; la imaginación transforma el “yo” en el “ser posible” que describía Heidegger5. En el momento que dejamos de entender el ser como un objeto que está en el mundo o un mero observador interesado, a la manera de Husserl6, y lo pensamos como un proceso cuya cualidad fundamental es la de trascenderse a sí mismo, nos daría la noción del ser que entiende Heidegger como “el ente que se aparta de su ser” 7, un ser en constante hacerse

De este modo, la identidad es un proyecto activo que se encuentra en continua actualización, una construcción abierta a cambios por la interacción con el entorno.

Es en esa tarea de elaboración y comunicación donde el individuo necesita hacer uso de la imaginación; las proyecciones mentales que conectan el exterior con nuestro interior son un ejercicio de libertad que conducen al logro o la perdición.

Además de la función auxiliadora y protectora, la anestesia opera amordazando al guardián racional de nuestro cerebro. De esta manera, corta el paso a lo reglado, pone en duda la coherencia de lo que aparenta ser lógico; cuestiona lo reconocible, lo aprendido y experimentado; se aventura a atravesar la frontera de lo desconocido, lo diverso, lo otro, lo contingente y lo imposible.

La anestesia, desde este ángulo, se convierte en una aliada imprescindible para sostener los continuos estados de transición en los que vive el individuo por su cualidad de proceso. Este estado de transición u horizonte de sucesos, que el artista vive de un modo exacerbado, es la línea permeable que separa lo conocido de lo desconocido, es el límite entre el yo y la conectividad; en definitiva el estado de transición que hay entre cualquier idea y su contraria para dejar de ser opuestos y convertirse en paradoja o complementarios.

Enfrentarse al poemario de Tovar y la video instalación de Granados es participar del ejercicio de imaginación; se nos conduce por un terreno complejo sin condicionamientos ni premisas, ajeno a ordenes o jerarquías, sin hilo conductor ni narrativas, y como si fuéramos acróbatas, mas que espectadores o lectores, se nos requiere hacer un triple salto mortal para llegar a un lugar desconocido, incluso para los propios autores.

Notas

  1. BUCK-MORSS, Susan: Estética y anestésica. Una revisión del ensayo de Walter Benjamin sobre la obra de arte, La balsa de la  medusa, 1993, p. 65.
  2. DAMASIO, Antonio: El extraño orden de las cosas. Barcelona, Editorial Planeta, 2018, p. 20.
  3. BENJAMIN, Walter: La obra de arte en la época de su reproducción mecánica. Madrid, Casimiro libros, 2013, p. 55.
  4. DIDI-HUBERMANN, Georges: Imágenes pese a todo. Memoria visual del Holocausto, Barcelona, Paidós, 2017, p. 17.
  5. REALE, Giovnni y ANTISERI, Dario: Historia del pensamiento filosófico y científico III. Barcelona, Herder, 2010, p.519.
  6. Idem, p. 520.
  7. Idem, p. 519.

http://www.susanapardo.gallery/

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JULIA MARGARET CAMERON

Gloria García

JULIA MARGARET CAMERON

Una puesta en escena emocional

Añoraba atrapar toda la belleza que me pasara por delante y, a la larga, creo haber satisfecho tal anhelo.

Susan Sontag en su libro Sobre la fotografía escogía estos pensamientos de Julia Margaret Cameron para iniciar su breve antología de citas.

En este artículo queremos hablar de los primeros tiempos gloriosos de la fotografía con una pionera en el “arte fotográfico”. Queremos recordar a Julia Margaret Cameron.

A través de la estética y el rigor de esta fotógrafa inglesa y por medio del género del retrato, descubrimos un mundo de imágenes pictóricas que pretenden estar bien alejadas de la meta de los pintores de la segunda mitad del siglo XIX. El lenguaje secreto y misterioso de J.M.Cameron viajaría en la dirección de una belleza y poesía particular que hablaría también de su fortaleza.

J.M.Cameron nacida en Calcuta en 1815 se dedicó a la fotografía por pura afición cuando vivía en Inglaterra, en la isla de Wight, y a la edad de cuarenta y ocho años cuando su hija le regala su primera cámara. Una mañana de Navidad llegaría un paquete envuelto en seda con una nota que diría “Quizá te divierta, madre. Intenta hacer fotografías durante tu soledad en Freshwater” Desde este instante, Cameron supo que su vida había cambiado. La pasión que junto a su marido sentía por el arte y este invento que iba más allá de lo meramente tecnológico o mecánico, había despertado una obsesión.

Durante los comienzos de la fotografía el hecho industrial del fenómeno hizo que fuera en detrimento el concepto del arte. La mayoría de los fotógrafos retratistas de alrededor de los años 60 tuvieron que lidiar con la práctica comercial y financiera que les permitiría desarrollar la otra visión artística.

La fotógrafa J.M.Cameron sería un ilustre ejemplo del uso de la fotografía como medio de expresión artística libre de todo peso económico y gozando de libertad absoluta, desconocida hasta entonces, de su técnica. Mientras la tónica general del retrato era marcada por la clientela con el uso de contornos precisos y claros, Cameron podía descubrir otros mundos empleando un enfoque aproximado y contrastes lumínicos a menudo muy marcados. Era ese efecto “flou” tan peculiar. En su afán por sacar retratos, como narra en su autobiografía The Annals of my Glass House, reconocemos como modelos a celebridades que admiraba, como es el caso de Charles Darwin, Julia Jackon (madre de Virginia Wolf) o John Frederick William Herschel, aunque en la mayoría de las ocasiones eran familiares y amigos. Se dice que perseguía a sus vecinos, criados, nietos y a cualquiera de sus seis hijos para que posaran y que luego les regalaba chales y baratijas traídas en sus baúles desde la India.

No dudó en ningún momento en generar controversias con sus retratos y así fue defendido en las numerosas exposiciones internacionales de la época (Londres 1864, Edimburgo y Dublin 1865, París 1967, Viena 1872…) donde mostró su técnica.

Los miembros de la London Photographie Society no la admitieron entre ellos por sus defectos técnicos, debido a que realizaba fotografías con material deficiente, con un objetivo que no cubría totalmente el formato de las placas húmedas que empleaba de 20 x 25 y de 30 x 38 cm. Sus placas estaban a veces descuidadas por estar manchadas o arañadas aunque esto no les hacía perder valor artístico.

Distintas ramas nos llevan a formar el mismo árbol. Una, la necesidad de la unión con el mundo literario, que le llevaría a trasladarse con su familia a la isla de Wight para vivir cerca del poeta Alfred Tennyson. Otra, sus amplios conocimientos acerca del teatro que le facilitarían la creación de esos ambientes etéreos y esa profunda tragedia poética en sus retratados. Y la última, la influencia del pintor victoriano George Frederick Watts, que nos ofrece ese atractivo, un tanto kitsch, de algunas de sus composiciones alegóricas y que dan sentido a sus personajes.

J.M.Cameron murió donde había decidido retirarse, en Ceylan (Sri Lanka) en 1879. Su legado fotográfico nos introduce en la corriente pictorialista, y su mundo de celebridades graciosamente no le desveló que su sobrina nieta sería Virginia Woolf.

La Fundación Mapfre recogió una retrospectiva en mayo del 2016 en torno a la poética fotográfica de Julia Margaret Cameron organizada por el Victoria and Albert Museum. Este museo posee una importante, exquisita y extensa colección de la obra y método de trabajo de esta fotógrafa.

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HISTORY OF MISOGYNY: ON ABORTION

 

Susana Pardo

 

 


HISTORY OF MISOGYNY: ON ABORTION


 

 

Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España.

 

Los abortos no seguros causan la muerte de unas 47.000 mujeres cada año y otros cinco millones sufren alguna forma de discapacidad temporal o permanente. […] Las cuestiones relacionadas con el acceso a un aborto seguro y legal son la esencia del derecho fundamental de la mujer a la igualdad, privacidad y salud física y mental, y estas son condiciones previas para el disfrute de otros derechos y libertades. […] Los Estados deben actuar ahora para permitir abortos seguros y legales para mujeres y niñas. […]

Expertos de la ONU en derechos humanos.

 

Estamos asistiendo a una fase del movimiento feminista, más global y desacomplejada, que ya no queda relegado a los sectores del arte y el pensamiento más o menos elitistas. La cultura ha sido un potente motor social en los últimos 50 años, gracias a la cual se han llevado a cabo los mayores logros para la mujer en la historia de nuestra democracia; sin embargo, la relación arte, Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España.pensamiento y derechos humanos se ha visibilizado poco en los medios de comunicación de masas. Es posible que el debate explícito sobre los derechos de la mujer, en estos últimos tiempos, se esté abriendo a todos los agentes sociales y áreas disciplinares. Las redes sociales y movimientos como #MeToo, contribuyen a que cuestiones relacionadas con la restricción de derechos salgan a la superficie; sin embargo, sigue habiendo aspectos relativos al cuerpo de las mujeres, su emancipación con respecto al control social, el derecho a decidir en asuntos relacionados con el acceso a servicios de aborto legal y seguro, que no interesa abordar, ya que tiene importantes costes sociales y políticos.

Coincido con Aurora Fernández-Polanco en su ensayo Otro mundo es posible ¿Qué puede el arte? (1) donde destaca la acción titulada “Algunas cosas que usted no puede saber por los medios” del colectivo brasileño, Movimiento sem teto do centro, cuando confiesa el desengaño que antes o después hemos sufrido los que crecimos en una época donde lo que salía en las imágenes de los medios era una realidad irrefutable.

A pesar de los avances de las sociedades occidentales, incluso en aquellos países donde existe un interés especial por acabar con esta discriminación, el día a día nos enfrenta con una evidente disparidad práctica en cuestión de género; es por eso que artistas, pensadores y científicos deben permanecer atentos para visibilizar leyes o conductas que impliquen un retroceso en logros y derechos para la igualdad de género. Desde luego que los problemas surgen más agudamente en países en vías de desarrollo, con gobiernos autoritarios o donde la religión y el Estado están estrechamente vinculados; y es ahí donde hemos de emplear la imaginación para acabar con la discriminación entre personas de diferentes categorías, que afecta a mujeres, pero también a niños y ancianos, considerando que se puede ejercer el control de su cuerpo y mente, de sus emociones y su lugar en el mundo. Exposición de Laia Abril (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, video y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant y Prix de la Photo Madame Figaro por su exposición en Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España.

Y este es el punto de partida de Laia Abril, el miedo que generó una propuesta de ley del Partido popular en 2015 que pretendía restringir ciertos derechos de la ley del aborto. Me pregunto, en los términos de Fernández Polanco, si otro mundo es posible y en qué medida la expresión plástica y las imágenes pueden contribuir a formular un debate que vaya más allá de la superficie estética de la fotografía para un conocimiento más profundo de la realidad y generar una reflexión que pueda proyectarse hacia una transformación de futuro.

¿Cómo puede la fotografía relatarnos la misoginia? ¿Hasta dónde se pueden atrapar los conceptos de violencia, brutalidad, injusticia o maltrato psicológico a través de un relato visual sin acometer el papel de fotoperiodista ni caer en la escenificación o espectacularización?

La fotografía se maneja entre la posición del testigo de los hechos y la construcción de relatos. En Breve historia de la fotografía Walter Benjamin (2) trataba de explicar cómo la cámara constituía un ojo que venía a ampliar el ojo humano; entendía que el ojo ve y asimila un espectro reducido de lo visible, es decir, aquello que reconoce porque pertenece al marco de lo que puede percibir y entender; mientras que la cámara posee recursos para capturar lo imperceptible por el ojo y desde luego lo no razonable, lo que él llamaba “el inconsciente óptico”. De esta manera, la tecnología fotográfica añadía cualidades al individuo dotándole de la capacidad de conocer su mundo con más precisión, ya que puede ahondar más en la realidad.

Sin embargo, la sugerencia de Laia Abril, va por otros derroteros. Ella quiere hacernos ver un drama sin representarlo. No le interesa el morbo, ni lo desagradable; simplemente quiere hacer visible lo que está oculto bajo las miles de historias que sufren las Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España. mujeres que se enfrentan a una necesidad que les está vetada. En este trabajo lo inconsciente óptico no son las imágenes a todo color e hiperrealistas de hechos a los que evidentemente no tenemos acceso, a pesar de que no dejan de ocurrir cada día (más de 47.000 mujeres mueren al año víctimas de abortos ilegales en el mundo); por el contrario, lo que se nos da a ver es un horror que hay que imaginar, donde las imágenes son soporte de un contenido connotado (3) . Las imágenes están ahí para acompañarnos a reflexionar y reconstruir el verdadero drama. Hannah Arendt describía la imaginación como “la facultad de hacer presente aquello que está ausente, la facultad de la representación” (4) ; es así cómo la imagen no fotografiada por la artista se recompone como imagen mental y única en cada espectador y que está en relación con los contenidos no explícitos o connotados de las imágenes.

De esta manera, el arte y la experiencia artística deben ir más allá de la observación de lo que acontece, del documento social o la mera información, enriqueciendo las imágenes con una poesía ética y estética que implica plasmar lo que hay, pero también lo que no hay pero se percibe, o lo que ha sido o podría ser. Encontrar el medio, el lenguaje o la forma de conjugar todas las posibles opciones a percibir es la complejidad que se busca en las imágenes artísticas, porque se corresponde con la complejidad y diversidad de nuestras sociedades y la conciencia que en ellas habita. Las imágenes son colaboradoras, directamente implicadas, en la transmisión de mensajes de realidad múltiple; pueden ser ambiguas y confusas, y sin embargo siempre nos dejamos cautivar por la ventana que nos abre al conocimiento. Un conocimiento que no siempre es explícito o denotado, sino que la mayoría de Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España. veces  está oculto en estratos en los que hay que sumergirse y decodificar para comprender los significados connotados.

En esta exposición se articula el activismo de micro-resistencia a lo establecido por consenso y que está íntimamente asociado al régimen estético del arte; esta relación manifiesta una mayor eficacia y discernimiento de lo disonante en la sumisión a la lógica de las leyes e ideologías establecidas. De tal manera que, la fotografía se desliga de lo representado, para provocar, desde una percepción libre, nuevas conexiones que nos dé a ver las imágenes desde una perspectiva amplificada.

A History of Misogyny: On abortion nos presenta un relato visual que no pretende hacer un balance de la historia del aborto, sino construir una memoria tangencial de la realidad ante un derecho reconocido por instituciones bienintencionadas pero con limitada repercusión a pie de calle en el siglo XXI. La exhaustiva investigación no responde a una metodología única sino que organiza la información de manera multidimensional para circunscribir una temática concreta que, aunque afecta a las mujeres en primera persona, revierte en la sociedad al completo.

A través de este trabajo se desvelan dos características que tienen que ver directamente con el estatuto ontológico de la fotografía. Por un lado, está la enorme dificultad que tiene la fotografía de representar la violencia y el horror en toda su magnitud. Por sus limitaciones físicas y su subjetividad, el instante que capta la cámara va a ser parcial e insuficiente. Ninguna imagen, ni la más contundente ni directa, tiene la capacidad de mostrarnos una realidad absoluta. Es en este punto donde las metáforas cobran sentido y la ficción se hace más necesaria para contar la realidad objetiva una vez recopilados, contrastados y organizados los hechos.

El trabajo de Laia Abril, no sólo supone la creación de una memoria que va a ser crucial para futuros historiadores, sino que al mismo tiempo deja constancia de la ambigüedad epistemológica en la que la fotografía se mueve. La naturaleza de las imágenes es controvertida, además de las limitaciones de presentar el relato completo de la realidad, porque éste puede ser contradictorio o equívoco.

Desde la primera parte de la exposición ya se está planteando la confusión entre pasado y presente, algo que la temática del aborto comparte con la fotografía. La fotógrafa dispone una antigua silla obstétrica junto a imágenes de métodos rudimentarios de Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España.interrupción del embarazo; hay imágenes de ranas (utilizadas como precario test de embarazo) o de una imagen ortodoxa de Jesús llorando por un niño abortado; se enfrentan anuncios de prensa sobre clínicas o médicos que practican abortos; … Podría parecer que estamos frente a imágenes de un pasado lejano, por eso el choque es mayúsculo cuando al leer las cartelas de los anuncios, se comprueba que las clínicas, que se publicitan en prensa a color y con mensajes eufemísticos, ocultan servicios abortivos ofertados en Perú en 2015. Pero esta ambigüedad continúa cuando las fotografías en blanco y negro, técnica que siempre se relaciona con el pasado, se acompañan de testimonios de mujeres recopilados entre 2011 y 2014 en los que cuentan sus historias recientes.

Laia no pretende hacer un trabajo de fotoperiodismo, aunque recurra a su formación periodística para abordar una metodología de investigación previa a la toma de fotografías; tampoco responde a una labor sociológica estricta, ni pretende el rigor del científico; de ninguna manera quiere contribuir a la sobreinformación trivial con sus graves consecuencias en la desmemoria por saturación. La artista ha sabido dosificar las imágenes y los textos para captar la atención del espectador, sea cual sea la razón por las que se acerca a la exposición. Y su mirada es dirigida hacia un mensaje claro: la falta de atención al sufrimiento de la mujer ya sea por cuestiones religiosas, ideológicas, biológicas o bien por restricciones de orden político, social o tabús culturales; pretende una mirada concreta y dirigida a un punto focal, al mismo tiempo que incorpora una asimilación caleidoscópica y transversal.Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España. Esta exposición es una concatenación de imágenes propias y apropiadas de archivos, textos, objetos y recursos audiovisuales, que actúan de pantalla para la narración de la misoginia.

Aquí se incurre en la segunda ambigüedad o contradicción de las imágenes, ¿hasta dónde podemos afirmar que estamos frente a un relato objetivo? ¿o por el contrario solo responde a una visión personal de la artista y por tanto subjetiva y parcial? Las fotografías están mostrándonos un referente real con unos testimonios en primera persona, esas mujeres fotografiadas existen o han existido. La formalización de la narración es voluntad de la artista y esta está al servicio del desarrollo conceptual. Los retratos de las mujeres que entrevista así como las fotos que toma de sus enseres personales, por sí mismos no expresan ningún drama; sin embargo, la elección del blanco y negro y el flash directo no solo dificulta ubicarlas en un momento cronológico sino que además les confiere una cierta gravedad o seriedad.

La artista hace uso de recursos como los desenfoques o la inversión a negativo en las imágenes apropiadas, obtenidas de los archivos que consulta, muy diferentes de los retratos y bodegones nítidos que ella fotografía en sus entrevistas personales. En el primer caso, son mujeres a las que no tuvo acceso, bien porque estaban muertas o porque estaban en prisión. Lo borroso implica la disolución de los contornos, lo que lleva a mimetizarse con el entorno desapareciendo la identidad individual. El desenfoque nos habla de una realidad confusa, desaparece la objetividad que deshace al sujeto; sin embargo, es interesante observar lo borroso como una imprecisión que nos ofrece más a percibir, es decir, una veladura que multiplica lo aparente ya que se Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España.encuentra en un eje intermedio entre lo que somos capaces de ver y lo que está representado, de tal manera que el retratado se vuelve más imagen, pierde corporeidad, es menos sujeto porque se le niegan sus coordenadas de percepción con lo que el drama se magnifica, no sólo porque se disuelve sino porque al mimetizarlo con el medio ese sujeto es cualquiera y es todos, la comunidad, es el sistema que incapacita al individuo a ser él mismo. Por otro lado, al pasar a negativo a las mujeres procesadas, se materializa la criminalización social, se las marca y estigmatiza, algo que es una realidad que se sufre en tantos países donde todavía son violentamente perseguidas.
Nos encontramos ante una exposición fotográfica expandida, en el sentido que se requiere del espectador una colaboración directa con la investigación, trasladándole una doble demanda: por un lado debe hacer un esfuerzo cognitivo a través de la lectura, comprensión y empatía con las historias narradas; y en segundo término ha de identificarse con las imágenes. De esta manera, la exposición de Laia Abril, deja constancia del paradigma que la fotografía comenzó a marcar a partir de las Vanguardias de comienzos del siglo XX: la reproducción técnica de la fotografía acercaba el mundo a cualquier entorno social y democratizaba un medio de expresión plástica y artística donde, contrariamente a lo que se pensaba en el nacimiento de la fotografía un siglo antes, el espectador es parte activa en la recepción y compresión de las imágenes y debe asumir una actitud crítica frente al posicionamiento político y social y de los contenidos ideológicos que alberga toda imagen.

 

 

 

 

Exposición de Laia Abril, (Barcelona, 1986),Artista española, autora de On Abortion, Fotógrafa, artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido, En 2016 fue galardonada con el Premio Revelación Foto España, Fotopress Grant, y Prix de la Photo Madame Figaroc por Les Rencontres d'Arles A History of Misogyny, chapter one: On Abortion. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, China, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza, Turquía, Grecia, Francia, Italia y España.

 

 

Las fotografías, objetos y libro del proyecto de Laia Abril, History of Misogyny: On Abortion, fueron expuestos por primera vez en La Feria de fotografía Les Rencontres d’Arles en 2016. Desde entonces, la muestra se halla en itinerancia por ciudades europeas, recalando esta primavera en la Fundación Foto Colectania de Barcelona

Fotografías  de esta exposición: Susana Pardo

 

NOTAS

1. FERNÁNDEZ-POLANCO, Aurora: “Otro mundo es posible ¿Qué puede el arte?”, Estudios Visuales, 4 (2007), pp 126-143.
2. BENJAMIN, Walter: Breve historia de la fotografía. Madrid, Casimiro libros, 2011.
3. BARTHES, Roland: La escritura de lo visible. www.esnips.com/web/Lalia, pp 12-47.
4. FERNÁNDEZ POLANCO, Aurora: “ Historia, montaje e imaginación: sobre imágenes y visibilidades”, en BOZAL, Valeriano: Imágenes para la violencia en el arte contemporáneo. Madrid, La balsa de la medusa 154, 2005, p. 130.

 

 

URL: www.laiaabril.com
Laia Abril  On Abortion   https://vimeo.com/243104473
On Abortion. Laia Abril . FOTOCOLECTANIA   https://www.youtube.com/watch?v=7yp6UG6MARg
Susana Pardo   https://susanapardo.gallery

 

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ARTE SOBRE PAPEL – BILBAO 2018

 

Gloria García Fernandez

 

 


ARTE SOBRE PAPEL – BILBAO 2018


 

Feria Bilbao, 2018,el Festival Internacional de Grabado y Arte sobre papel .

 

Con una bienvenida vestida de rosa intenso nos abre las puertas el Festival Internacional de Grabado y Arte sobre papel en el Palacio de Euskalduna de la ciudad de Bilbao.

Feria Bilbao, 2018,el Festival Internacional de Grabado y Arte sobre papel .En esta séptima edición celebrada entre el 15 y 18 de Noviembre una apretada y variada agenda,  nos paseaba por la feria de la mano de talleres, conferencias, demostraciones en directo, visitas guiadas y música para la noche del sábado y otros momentos, siempre bajo el soporte y estructura de más de cincuenta galerías y centros de arte.

Una nueva propuesta llamada AcercArte quiso guiar y enseñar cómo es el mundo del grabado y cómo disfrutar con la adquisición y descubrimiento de este lenguaje tan antiguo como actual.

Australia fue el país invitado junto con Croacia, Reino Unido y Taiwan visibles desde Los cubos de las Tentaciones.

Artistas experimentados mostraban en directo cómo trabajar algunas técnicas de grabado, como es el caso de la xilografia japonesa de Fabiola Gil y Mara Cozzolino y el grabado calcográfico de Sabine Delahaut entre otros. Otros exponían a través de la propuesta Open Portfolio diferentes maneras de mostrar.

Esta feria de Arte sobre papel, trajo artistas que protagonizaron el encuentro de Arte y Mujer a través de los ojos y la palabra de la fotógrafa Ouka Leele y Elssie Ansareo y la interdisciplinar Pilar Soberón.

La muestra pone el arte sobre papel a tu alcance, sin edades, sin prisas, con seriedad y mucho talento. No le pierdas la pista en el 2019. FigBilbao.

 

Feria Bilbao, 2018,el Festival Internacional de Grabado y Arte sobre papel .

 

 

 

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LA CARBONERÍA: GALERÍA, PAPEL, IDENTIDAD

 

 

Joseba Acha

 


LA CARBONERÍA: GALERÍA, PAPEL, IDENTIDAD


Levedad, obras de Asun Valet

 

La Carbonería, Galería de Arte

 

María Tosat y Joseba Acha son los responsables de este proyecto. En esta ocasión hemos hablado con Joseba, que nos cuenta el  papel que desempeña un espacio expositivo en una ciudad como Huesca, de aproximadamente 50.000 habitantes y de su apuesta artística, centrada en la obra de arte sobre papel.
Un espacio grande, no tanto por sus dimensiones sino por lo que supone abrir una galería de arte en un momento en que muchos de estos espacios han desaparecido y los que continúan con su actividad tienden a reinventarse, adaptándose a los tiempos que corren.

 

Joseba Acha, galerista, director de la galería La Carbonería de Huesca, España

Joseba Acha

 

La Carbonería, espacio de arte nace en 2004 de la mano de María Jesús Buil, que dirigió el proyecto durante doce años y obtuvo en 2012 el reconocimiento de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte como mejor espacio expositivo de Aragón. Durante este periodo la galería se centró en arte aragonés y español de los siglos XX y XXI.

En 2017 María Tosat y Joseba Acha tomamos las riendas de la galería. Tras un par de meses de trabajo previo, reabrimos las puertas en febrero. El reto de relanzar un proyecto como éste en el que el legado anterior tanto artístico como social tiene tanto peso supone un reto más allá del propio funcionamiento corriente ya que implica responsabilidades hacia los artistas, la ciudad y la genealogía misma de la galería.

 

Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Obras sobre papel, Asun Valet-2018

 

La galería a lo largo de su primera etapa estableció una singular relación con la ciudad. Siendo la única galería de arte de Huesca pronto adquirió un papel central en la comunidad artística estableciendo colaboraciones y conexiones con el ámbito institucional y con otros sectores y colectivos, haciéndoles el arte contemporáneo más cercano.

Una galería tiene como objetivo primordial la venta de obras de arte, es la base de su sostenibilidad. Ahora bien, su actividad puede trascender esa función comercial para convertirse también en un lugar de reflexión y un punto de encuentro entre la comunidad artística y la ciudad. Ese fue objetivo para María Jesús y ese es para nosotros, establecer La Carbonería como espacio de pensamiento y debate sobre el arte actual y la utilización del papel.

 

Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Obras sobre papel, Asun Valet 2018

 

La galería siempre ha tenido un interés por integrarse en el tejido artístico local y que la relación con los artistas sea muy estrecha de manera natural. La galería juega ese papel centralizado en el tejido artístico por ser la única en la ciudad y tiene la capacidad de dar a conocer el trabajo de los y las artistas locales no solo en Huesca sino también a nivel regional y nacional.

Nos gusta trabajar con creadores del entorno más inmediato, pero también estamos abiertos a que en Huesca pueda verse el trabajo de otros artistas aragoneses o nacionales, cuyo trabajo nos parece interesante apoyar y dar a conocer. Sobre todo teniendo en cuenta el denominador común que tienen todos ellos, la utilización del papel en sus obras de muy diversas formas.

Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Obra sobre papel, Asun Valet 2018

La situación económica actual no es un secreto para nadie y condiciona todos los aspectos de la esfera cultural, desde la capacidad de producción de los artistas hasta las programaciones institucionales pasando, por supuesto, por el mercado. Pero hay otros factores menos visibles que están modificando actualmente la relación de la sociedad con las galerías de arte.

La crisis de la vivienda sumada a la precariedad laboral dificulta a los jóvenes el acceso a casas propias. Las mudanzas habituales y las viviendas compartidas (entre sí, con padres y familiares,…) impiden ver la casa como hogar propio, lo que ha provocado que los muebles se hayan convertido en objetos perecederos, en el caso de las obras de arte se vuelve casi un problema de conservación y almacenamiento. Es también comprensible que en una situación de habitual inestabilidad los hábitos de consumo tiendan al corto plazo primando lo nuevo sobre lo duradero.

La relación con el arte también ha cambiado mucho en los últimos años, los hábitos culturales se han transformado especialmente desde el desarrollo de la industria del ocio tal como existe hoy sobre todo a partir de los 70 en la que los relatos abarcan diferentes canales (cine, TV, cómic, y más tarde Internet) y productos (posters, juguetes y demás merchandising). Hoy día

 

Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Obras sobre papel, Asun Valet 2018

 

podemos ver cómo la expansión de esta cultura de mercado alcanza medios o códigos antes reservados a expresiones artísticas que poco antes algunos podrían haber rechazado por elitistas (grandes exposiciones dedicadas a series o conciertos sinfónicos de bandas sonoras de películas), lo que relega expresiones artísticas con cargas simbólicas ajenas a esos códigos, a áreas periféricas y que ahonda en una brecha cultural generacional que en España suma además el factor de la Transición.

Esto no quiere decir que el coleccionismo desaparezca, pero sí que en muchos casos generaciones más jóvenes han cambiado el foco a otros elementos. La preponderancia de la cultura de consumo como referente cultural entre quienes crecieron a partir de los 80 provoca que la relación emocional y estética con el objeto se desplace del arte a otros terrenos, desde los cómics al atrezzo de películas o los art toys.

 

Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Obras en papel, Asun Valet 2018

 

Por eso el relevo generacional de compradores de arte requiere replantear mucho más que la percepción del precio que a veces se lleva todas las atenciones y no parece tener tanto peso como estos otros factores.

Aunque tanto María como Joseba tenemos experiencia en diferentes aspectos de las artes visuales, no provenimos del ámbito del mercado (nuestra experiencia en galerías en ambos casos ha sido bastante anecdótica) y hemos trabajado además en otro tipo de proyectos en el que las lógicas de producción y relación con el entorno funcionan diferente (cultura comunitaria, programas públicos,…).

Esa experiencia en otros ámbitos de la cultura hace que lleguemos al galerismo con la convicción de que especialmente en el contexto actual, donde el ruido mediático requiere muchas veces de proyectos mayores que otorguen visibilidad y en el que al mismo tiempo las condiciones económicas convierten el crecimiento estructural de la organizaciones en una trampa, la vía de la coproducción es una herramienta fundamental para poder llegar más lejos sin desestabilizarse. La construcción conjunta de proyectos, ciclos, circuitos, en los que se puedan unir recursos e ideas de galerías, residencias artísticas o centros de producción, multiplica exponencialmente el recorrido posible de esas iniciativas.

 

Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Obras en papel, Asun Valet, 2018

 

En cualquier caso el galerismo es una actividad que requiere plantearse siempre a largo plazo y nosotros estamos en el inicio. Son incontables las galerías que han nacido recientemente en Europa con el objetivo de establecerse en la cima muy pronto y figurar en revistas, eventos y ferias de primer nivel y no han aguantado los primeros años. Al reabrir la galería nos planteamos la actividad paulatinamente, afianzando las dinámicas diarias y ampliando progresivamente nuestro radio de acción a otro tipo de actividades y formas de trabajo más complejas.

La galería durante la etapa anterior fue paulatinamente dando un espacio mayor a la obra gráfica llegando incluso a realizar ediciones propias. A partir de este factor decidimos tomar el papel, que es un material que siempre nos ha interesado mucho, como elemento principal de nuestra línea de trabajo como soporte y también como materia misma de trabajo.

Al mirar a nuestro alrededor pronto se puede ver cómo el papel está adquiriendo un peso mayor en los últimos tiempos. Los procesos de grabado y estampación han vuelto al foco de artistas jóvenes que buscan experimentar con procesos de producción más artesanales; el collage sigue resultando valioso para crear visuales ‘efectos de extrañamiento’ brechtianos; la versatilidad del papel permite al artista un rango de procedimientos y códigos como pocos al tiempo que resulta un material cercano al espectador… En ARCO 2017, por ejemplo, podían verse en las galerías argentinas (país invitado) numerosas propuestas en papel, ya fueran dibujo, collage o escultura.

 

Galeria La Carbonería, Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española,

 

Por supuesto existe también un factor económico en este uso del papel, facilita la producción y la experimentación, permite crear obras más asequibles y responde muy bien a los formatos pequeños, cada vez más habituales. Con este criterio sustancial trabajamos con artistas de disciplinas, y estilos heterogéneos pero que comparten un elemento nuclear común, definiendo una nueva identidad para la galería.

Respecto a la edad, es natural que se tienda a optar por artistas de edad similar, puesto que son habitualmente más cercanos en los círculos sociales y es fácil que haya más referentes artísticos compartidos. Sin embargo nos interesa romper esas categorías en que se ordenan muchas veces las galerías respecto a la edad o carrera de sus artistas, (jóvenes, media carrera,…) porque en un proyecto con una historia como la de La Carbonería nos parece esencial mantener una continuidad no ya estratégica, sino identitaria, que permita percibir la presencia de Maria Jesús también en el trabajo presente; y también porque siendo la única galería de Huesca hay un componente de responsabilidad con el tejido artístico de reflejar diferentes perspectivas que conviven en nuestro entorno.

 

Galería La Carbonería, Arte contemporaneo, Huesca, España

 

Por otra parte, prestamos especial atención a las mujeres, que a pesar de ser mayoría en escuelas de arte y facultades de bellas artes, son expulsadas del sistema artístico al quedar progresivamente relegadas en becas, residencias, mercado y exposiciones institucionales, generalmente porque son hombres quienes copan jurados y esferas de decisión en el sector. Por eso nos parece necesario dar tiempo y espacio a las propuestas de mujeres e ir aumentando su presencia en nuestra programación y representación. Una galería hoy día no puede limitarse a ser un espacio estático de exhibición y venta de arte sino que debe luchar por romper la barrera de entrada que perciben muchas personas no habituadas y construir una comunidad a su alrededor que le otorgue sentido más allá de lo puramente comercial, facilitar el encuentro y generar debate. Nos planteamos organizar encuentros con artistas y otras personas implicadas en el tejido cultural (comisarias, críticos,…), actividades formativas y otras acciones que puedan salirse más de nuestro ámbito como presentaciones de libros o conciertos.

 

Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Obra en papel, Asun Valet 2018

 

Identificamos el sector cultural como un ecosistema y hacemos una lectura del mismo en términos de ecología, valorando la sostenibilidad y la diversidad, las relaciones entre lo autóctono y lo foráneo, el peligro de las especies invasivas. Una lectura así de nuestro contexto nos lleva inevitablemente a establecer objetivos a largo plazo y estrategias de colaboración.

Por eso desde el comienzo hemos establecido colaboraciones con entidades de nuestro entorno, sumando nuestra programación a la de otros agentes culturales como Festival Periferias o BFoto.  Además de esta imbricación con el tejido local, también planteamos una proyección al exterior a través de participación en ferias y compartición de programaciones con otras galerías. En noviembre participamos en MARTE Feria Internacional de Arte de Castellón, presentando el trabajo Against Syntax de Altea Grau (Castellón, 1985), que se presentará en la galería en los meses de abril y mayo. Se trata de una feria con un funcionamiento diferente al habitual, en la que son comisarios quienes seleccionan las galerías participantes en torno a un discurso, en nuestro caso, Realidades de Miguel Mallol, a quien habían hablado de la reapertura y confió en nuestro proyecto tras un par de conversaciones cuando aún no había terminado nuestra primera exposición en la sala. Ese apoyo añadido nos permitió participar en una feria con cierta tranquilidad y confianza de poder preparar con Altea una propuesta un poco más arriesgada, lo que resultó en un premio adquisición Naranjas con Arte. Esperamos continuar con la participación en ferias a partir de este verano, durante una primera fase en España y quizás coyunturalmente en el sur de Francia, para más adelante plantearnos ampliar el círculo.

 

Galería La Carbonería, Arte contemporaneo, Huesca, España

 

Al reiniciar la actividad de La Carbonería lo hacíamos con un conocimiento superficial de cuáles son los mecanismos específicos de una empresa de este tipo. Sin embargo, lo hacíamos también con un bagaje de otros ámbitos que nos da pie a experimentar formas de trabajo ajenas con las que inventarnos el funcionamiento de la galería desde nuestro entorno más cercano hacia fuera en lugar de implantar un modelo preexistente.  En cualquier caso, el estudio de otras galerías y, sobre todo, de modelos de funcionamiento (libros blancos y recomendaciones de asociaciones profesionales) han sido esenciales para establecer un marco de acción en el que trabajar.

Por supuesto, añadido todo esto existen galerías que nos sirven de modelo y que además están siempre dispuestas a ayudarnos a encontrar una vía o aconsejarnos en algún asunto. Se trata de galerías con las que nos une una relación personal y que siempre sentimos cercanas Antonia Puyó (Zaragoza), José de la Fuente (Santander), Set (Valencia) y también Espai Visor (Valencia), con quien compartimos (a una escala y con circunstancias diferentes) el vivir un proceso de transición o La Brocha (Bilbao; más tarde Epelde&Mardaras y hoy desaparecida) que nos parece un ejemplo de construcción de comunidad

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Obra en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

Asun Valet

 

 Queremos agradecer a  Joseba Acha  su amabilidad y colaboración. Por último recordar brevemente unas citas del texto del catálogo: cuando el hierro ama la seda, que recientemente escribió Victoria Pérez Royo sobre la obra de Asun Valet,  artista de la galería, que expone actualmente, (del 2 de Febrero hasta el 28 de Marzo)  

Estas obras son a la par un mapa por recorrer, un cuerpo que ha dejado su huella, una escena dispuesta a la mirada, un movimiento que pide compañía, o un tiempo que se dilata y acelera, entre otras muchas cosas. Describirlas en relación a uno solo de estos aspectos sería parcial e incompleto. Por eso este texto invita a observarlas a través de una constelación de varias de sus muchas facetas, de modo que cada visitante, de acuerdo con su sensibilidad, interés y curiosidad, pueda decidirse por recorrer las pinturas en un sentido o en otro.

Escena.
Este cuadro es una escena. No es un teatro o un patio de comedias, no hay un exceso de artificio, no hay representación, no se apela con recursos y disfraces a la persona que observa. Pero sí es una escena, una arena donde se desarrolla el drama, el conflicto que se expone a la mirada. Este consiste en el encuentro y la interacción entre materiales, direcciones, colores y texturas: el hierro con el papel, lo rugoso con lo sedoso, el rojo con el gris, la línea con la superficie, el chorro de pintura con la aguada, lo pesado con lo leve.                                                                                                                               

Victoria Pérez Royo

 

Obras en papel de Asun Valet, pintora, pintora abstracta española, Zaragoza, Exposición en la galería La Carbonería en 2018

 

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