Gervasio Sánchez
UNA REALIDAD INSOPORTABLE
GERVASIO SÁNCHEZ
¿Qué te motivó a entrar en este camino y a seguir en él?
Creo que soy fotoperiodista porque cuando era muy niño me gustaba coleccionar sellos y los sellos me lleva-ban a las capitales y las capitales a viajar con la mente y con los pies. De niño pensaba que si hacía periodismo podría viajar. Tenía claro que quería ser periodista, y gracias a los sellos me aprendí las capitales del mundo y esa conexión me llevó al periodismo y a la fotografía periodística.
Mis amigos del instituto me recuerdan que era el único que llevaba un periódico debajo del brazo, y aunque era deportivo me lo leía de punta a punta. ¡Qué suerte saberlo tan pronto y sentirlo!
¿Influye el paso del tiempo en la percepción de las imágenes?
Cuando hago talleres de fotografía de tres o cuatro días siempre intento mostrar a mis alumnos la evolución de mi trabajo. Las imágenes primerizas, de los años ochenta en color y muy vinculadas a la muerte y a los heridos y cómo con el paso del tiempo me empezaron a interesar otros aspectos de la guerra que eran esas zonas menos vinculadas a la guerra, pero afectadas por ella y ver cómo la gente sobrevive, se mueve, hace la cola del agua, cómo juegan los niños…y empezó a haber un tránsito de lo más evidente de la guerra a otros aspectos de la misma.
En mi trabajo se ve mucho esta evolución y la percibo claramente. Pasé de fotografiar el bang bang a tomar fotografías de las consecuencias de la guerra a largo plazo.
¿Cómo se decide lo que se quiere publicar? ¿O quién o por qué se decide?
El periodismo está tan prostituido como la política y la economía. Vivimos en un mundo donde los intereses mediáticos están vinculados a los intereses políticos y económicos, muchas veces obscenamente, y entonces es una batalla contra muros inexpugnables. Vivimos en un mundo donde los intereses mediáticos están vinculados a los intereses políticos y económicos, muchas veces obscenamente, y entonces es una batalla contra muros inexpugnables.
Por ejemplo, ¿por qué África no interesa a los medios de comunicación? Y te dicen: “…no, es que África es caro…” y yo digo eso es mentira, más caro es Nueva York. Más caro es tener una corresponsalía en Nueva York permanentemente y con un tipo que cobra un pastón.
El otro día presentaba un libro de un amigo sobre África y me preguntaban que cuál sería la solución para que dentro de cinco años no volvamos a decir que África no interesa. Contesté que simplemente con que cualquier medio dedique exactamente la misma cantidad de dinero a África que a cualquiera de las corresponsalías que se dedican a cubrir ciudades como Washington, Nueva York, Londres o París. Si esa cantidad de dinero destinada a esos periodistas, que lo que hacen muchas veces son refritos porque copian a otros medios, y es empleada en casas, chóferes y cosas de estas lo dedicasen a hacer periodismo en África seguro que habría muchos periodistas que harían auténticas maravillas en África y ésta volvería a interesar a la gente.
¿Hay autocensura en este tipo de fotografía?
Yo siempre he dicho que hay que fotografiarlo todo y luego hay que decidir qué se publica. Decidirlo tú.
Imagínate que tú estás en un lugar donde hay varias niñas o mujeres abiertas de piernas porque han sido violadas y luego asesinadas, esto puede ocurrir en una guerra…¿qué haces? ¿las fotografías?
No, pero es una prueba contra los criminales. Hay que hacerla. Es importante que lo fotografíes, porque eres testigo ocular de lo ocurrido. ¿Publicarlo? No, no lo publicaría.
¿Y de qué manera moverías estas fotografías?
No, yo no las publicaría pero las utilizaría como testigos de cargo de lo que ha pasado. Y habrá organizaciones humanitarias, abogados o personas que estén dispuestas a través de tribunales internacionales a llevarlas a un juicio.
Ya buscaría un encuadre lo más cercano posible respetando a las personas que fotografío, quizás sin mostrar el rostro, pero sí con todo el escenario, con las imágenes más evidentes y brutales. Hay que hacerlo.
Tu trabajo puede despertar sentimientos muy vivos, como la indignación ¿cómo se pueden canalizar esos sen-timientos? Y además de los sentimientos ¿cómo se puede fomentar la reflexión?
Lo tengo muy claro y lo he dicho muchas veces. Que las personas se indignen o lloren ante mis imágenes me importa poco. Para mí es muy respetable que alguien llore porque ha sufrido algo similar a estas historias en su propia piel, porque sé lo que ha sufrido.
Desde luego si alguien entra y no llora quizás tenga que ir al psicólogo porque algo no rula en su cabeza.
A mí lo que me interesa es que hace después de ver esas fotografías. Habitualmente mi trabajo sirve para muy poco porque la gente no hace nada. Pero si sirve para que alguien actúe con otras personas por un acto solidario o crítica contra los comportamientos político-económicos pues bienvenido sea.
En el tiempo que llevo en mi trabajo ha cambiado mi perspectiva de lo que quería que significase. Hace treinta años pensaba que el periodismo serviría para cambiar las cosas, hoy en día ya no creo en ello.
Hace treinta años pensaba que el periodismo serviría para cambiar las cosas, hoy en día ya no creo en ello.
No porque el periodismo no sea importante, mis exposiciones son muy vistas y visitadas…sino porque en el fondo no pasa nada, no cambia nada. Porque los que tendrían que ver esas exposiciones no las ven. Si yo fuera presidente del gobierno español “obligaría” a todos mis ministros al menos una vez al mes a ver exposiciones de fotoperiodismo y así poder tomar conciencia y prepararse temas que no llevarían a la mesa y trabajar decisiones que luego se trataran en el Consejo de Ministros. Y decirles:”…bueno ya han visto lo que está ocurriendo…” Y hablar por ejemplo con el Ministro de Economía y decirle si se va a comprometer a cambiar la situación de lo que se está haciendo y si no pues fuera, a la calle, que encontraríamos a otro.
A veces me dicen que ha ido un alcalde, un expresidente del gobierno, un ministro, a ver la exposición y que lo vieron muy interesado, pero…y luego qué…luego no pasa nada.
Yo no voy a dejar de hacer bien mi trabajo aunque me haya vuelto más escéptico y pesimista, pero lo que no voy a hacer es embadurnar mi trabajo con falsas esperanzas.
Quiero pensar que si no estuviera tu trabajo quizás habría menos actuación y concienciación todavía.
Sí vale, pero uno espera que los políticos sean coherentes. Uno espera que los ciudadanos sean coherentes…y no lo son. He estado durante ocho años criticando al gobierno socialista por duplicar, triplicar, quintuplicar la ven-ta de armas españolas. Un gobierno socialista como el de Zapatero con un discurso pacifista, cínico e hipócrita. Me he tenido que pelear con amigos porque me lo ponían en duda y no me lo podían cuestionar porque lo he vivido. Les decía que buscasen la información en google en de vez de tonterías.
Para que las cosas cambien tiene que haber una política de cambio potente dirigida por personas que quieren de verdad que las cosas cambien. No que quieran aprovecharse y colocarse en un puesto y olvidar lo que prometió sobre lo que iba a hacer.
¿Qué vives en los conflictos de los lugares y las personas que no vemos en tus imágenes?
Cuando veo una fotografía también huelo. Sé cómo olía aquel lugar y sé lo que estaba pasando alrededor.
Tengo un problema serio y es que tengo una gran memoria. La memoria te perjudica en realidad porque sería bueno poder olvidar más fácilmente lo que ves. Al final la memoria selectiva y lo más importante es que se desta-can las imágenes de esos lugares en los que las personas sufren sin saber por qué o mueren sin saber por qué.
¿Qué piensas sobre la técnica, la estética, la creatividad, etc, en el reportaje?
A veces ocurren cosas en zonas de conflicto que producen atmósferas y tú no las puedes controlar y que mejoran tu imagen. Tengo imágenes de situaciones durísimas que son bellas.
La imagen de la biblioteca destrozada de Sarajevo, en la que un haz de luz cruza la estancia, es mucho más intensa que otra que no lo tenga. Todos los fotógrafos que estuvimos allí fotografiamos esa biblioteca y ese haz de luz no lo tuvieron. Recreo esa atmósfera haciendo especial la imagen y convirtiéndola en un icono. Esta imagen fue consecuencia de un error de exposición fotográfica…regresé porque el fotómetro manual me lo habían roto y volví minutos después a tomarla de nuevo y me encontré con ese haz de luz que duró unos segundos.
Hoy en día me la piden museos…¿es arte?…Siempre digo que esa foto nació de la intensidad con la que un fo-tógrafo vivía un cerco salvaje en el que moría cada día un montón de gente. Fue una fotografía casual, que ocurrió y que sé que va a tener mucho recorrido.
Yo sé lo que significa esa fotografía en mi trabajo y cuando la gente la ve.
Hemos elegido ocho imágenes de la exposición…y querríamos que nos dijeras de cada una de ellas una sensa-ción, y si tras hacerlas y verlas años después ves o sientes lo mismo. Estas fotografías han sido elegidas de cada uno de los bloques en los que se divide esta exposición.
1ª Siempre digo que cualquiera podía estar ahí. Muestra a cuatro niñas jovencísimas y guapísimas que miran con naturalidad a la cámara. Muestra también lo dura que es la guerra, y como ellas debían estar en la escuela pero estaban ahí en un período de guerra bajo las bombas. Todo funciona con normalidad pero tú de camino a la escuela puedes sufrir un ataque y quedarte ahí.
2ª Reportaje en Guatemala capital, en Febrero de 1992. Niños y niñas de la calle que vivían en la ciudad. Muchos de ellos desplazados de guerras de otros países como Honduras o Salvador, que se alimentan de pegamento para drogarse y camuflar el hambre. En ocasiones, lo tomaban para la noche; una bolsa de pegamento antes de dormir y a veces llegaba la policía y los levantaba a patada limpia y si eran niñas antes las violaba. Fue un reportaje que hice para el Heraldo, llamado Los Olvidados.
3ª Ésta es una secuencia de muchas fotografías. A este joven lo mató un francotirador en Junio del 92 en Sarajevo. Un grupo de personas lo arrastraron y ese hombre le buscó la documentación para ver quien era y esperó a la ambulancia para que lo recogieran y para calmarse se sacó un cigarro y se puso a fumar. No hay indiferencia hay convivencia con la muerte. Este hombre también se había jugado la vida arrastrándolo esos treinta metros. En esa época en Sarajevo la gente fumaba mucho para serenarse o se serenaba fumando
4ª Mayo del 96 en Monrovia. Era un combate. Un caos. La ciudad donde se está desarrollando el ébola, actualmente capital de Liberia, cayó en manos de distintos grupos armados. La mayoría eran niños adolescentes soldado que combatían esquina a esquina. Eran de distintas etnias, manipulados y drogados con anfetas, cocaína, etc. Combatían unos contra otros a pocos metros. Yo estaba cerca protegido tomando fotos.
5ª Se llama Sanr Sandi, con 14 años dejó las armas y entró en un proyecto de recuperación de niños-soldado. Chema Caballero, la persona que dirigía este lugar, se dio cuenta que cuando se acercaba a los chicos mayores que él, éstos se levantaban y le dejaban sentarse. Se dio cuenta de que era un jefe, luego supo que fue un comandante de una unidad de 250 niños pequeños que entraban en las aldeas a arrasar.
Este hombre era un maestro con treinta años de experiencia escolar y decía que nunca había tenido un alumno tan brillante como él. Que los cursos escolares se los pasaba uno detrás de otro, y claro puedes imaginarte si una persona que ha sabido dirigir así en una guerra…
6ª Son las prótesis de un chico que perdió las dos piernas en el kurdistán irakí cuando a los 8 años pisó una mina. Se salvó porque la aldea estaba cerca de un hospital. Normalmente ésto no ocurre porque se acaban desangrando. En la imagen él está en otra habitación y ella era una de sus hermanas pequeñas.
7ª Cementerio de Potocari, en Bosnia oriental. Cada 11 de Julio desde 193 se entierran los desaparecidos encontrados, exhumados, identificados y entregados a sus familiares. Funeral masivo.
Y éstas son las listas de los más de 8.500 y 10.500 desaparecidos. Esto ocurrirá mientras siga habiendo gente por identificar…esto ocurrirá en “nuestro” querido patio trasero de “nuestra” querida Europa de privilegios.
8ª Tres mujeres atravesando una fosa donde se encuentran 600 cuerpos individualizados, no identificados. Un 31 de Julio de 1983, las tropas de Sadam Hussein se llevaron a 8000 varones y 3 centenares de niños kurdos. Posteriormente sólo se encontraron estos 600 cuerpos que algún día se exhumarán y se identificarán.
¿Cómo almacenas los recuerdos de las situaciones que vives fotografiando, cronológicamente o tu archivo mental es otro?
Soy bastante ordenado, sé en qué escondrijo se encuentran mis sensaciones y distintas situaciones que he vivido. No quiero comparar los ratos más duros, cada uno te va marcando. Muchos los he escrito y cuando cumplí mis 25 años con el Heraldo de Aragón en el año 2012 estuve publicando una página entera cada domingo, relacionando artículos desde el año 1987 momento en el que escribí mi primer artículo sobre la dictadura de Pinochet. Fueron cuarenta y tantos artículos que están publicados en papel y en mi blog, con toda la información. Tener este material es casi como un diario.
Gracias Gervasio por tu tiempo y tus palabras. Gracias a tí.
Retrato de Gervasio Sánchez realizado por Diego Sánchez
Las fotografías han sido tomadas de la exposición.