Eva Villar
RELACIONES BELLOGROTESCAS Y OTRAS SIMBIOSIS
Eva Villar
Del acertijo del Monstruo del tocador, de las cartas de la guerra, de la risa de la zanahoria, de la resurrección de Blancanieves, de la caída en la Bella y la Bestia, del lento nacimiento del nido, y del cuchillo de Antonio Chipriana, yo fui testigo…
Aunque Él me visitara ritualmente todos los viernes para acostarse conmigo durante tres horas, siempre olvidó arriesgar en esas liturgias sin cáliz ni hostias. Pero yo entonces todavía creía que ese era otro cuento…
Sucedió una fría noche del 22 de noviembre de 2013 en el universo “Grotesque and Beauty”, creado por el deseo de un colectivo de artistas multidisciplinares coordinados por Paloma Marina y montado por Lechip Company http://lechipcompany.com/ en el Espacio en Construcción, c/ Lourdes, 7 de Zaragoza. Un universo al que llegué aconsejada por mis botas rojas y sola.
Tropiezo… ¿accidentalmente?… con la siniestra casita de muñecas del artista Antonio Chipriana… y lo que en un principio comienza en inocua búsqueda de memoria: ¿a qué me recuerda esa casita de muñecas? ¿a qué me recuerda…? se convierte en un imprevisto conjuro que me embiste suavemente: quizá para ellos también sea viernes… pero no me detengo ni me resisto a contemplar… Como Nietzsche un día me enfrentara al espejo hasta reventar la carcajada, así el artista nos reta al monstruo… y a mí… a cobrar vida en el juego de miradas.
Yo observadora del monstruo que parece observarse en el espejo y que, sin embargo, me observa a mí… El monstruo tiene de sí mismo una visión incompleta, fragmentada… “¿Qué ves en mí que yo no vea?” Me interroga con sus ojos y yo le cuento de su bella espalda… El monstruo me agradece la información y me regala un acertijo… Aunque los viernes no tengan cara, tú tienes la mala cara de los viernes… ¡qué sencillo te resultará ponerte ante el tocador y embellecerte! Mi autoestima crece. En vitrina de cristal aparece la obra de Charo de la Varga… como ataúd de Blancanieves… la heroína encerrada en sí misma a punto de la transformación. La artista me traslada al mundo infantil de las agujas en el que mi abuela me enseñaba el conocimiento del ganchillo. Veladas hermosas en las que ella y yo laborábamos juntas y mientras me narraba la cosmogonía de mi origen, tejíamos vestidos para mis muñecas. Desde que una vez vi a Charo, en un televisor, hilando la barba de su galán, su obra de ganchillo me recuerda que las personas amantes siempre se encuentran cerca, por muy lejos que estén… incluso en dimensiones separadas… y por mucho que mi obsesión se esfuerce en hacerlo presente, Él se niega… Charo y mi abuela, en cambio, me acompañan y sus voces me resultan convincentes:
No es ni cáliz ni hostias lo que te falta, tú nunca has sido creyente. Aunque haga frío y comience a sentir hambre, o quizá por eso mismo, recobro la conciencia.
Es la guinda, mi guinda… ¿será el hambre? Decir que me recuerdan a la Bella y la Bestia sería no decir nada… Ellos transcienden el estereotipo, lo superan y se lo apropian guiados por la mirada de la incauta Paloma Marina.
Paloma siempre desviada de caminos convencionales, en ocasiones cae… y aún en la caída continúa la conquista de los senderos inconquistables… La he visto llegar en muchas ocasiones. La mujer de la foto es redonda como la fertilidad y el hombre, deforme como el fantasma que se oculta en la pesadilla… Los envidio, los admiro… Ella es valiente abrazada a lo que nunca fue abrazado ante confesión pública… Él es valiente dejándose abrazar en toda su deformidad, con todos sus miedos individuales, todos nuestros miedos colectivos… Confundidos el uno en el otro, llego… a liberar al estereotipo de un significado señalado y unívoco… Con Él también llego, pero sin miedos ni fantasmas… en la estéril perfección… fría, pétrea… carente del mortal riesgo. Y entonces soy yo la que caigo: Es eso… lo que me falta.
El espacio cobra vida a través de la acción artística: Gonzalo Catalinas nace de un nido en lentitud butoh, los minutos se dilatan en incómoda promesa de eternidad… y es así como llega el tiempo infinito que en nada apremia y en todo sobra hasta para victimizarme en el frío y el hambre… me enfado conmigo misma por esta conducta sumisa, me enfado… tengo que matarme velozmente, me conmino a mí misma.
Gustavo Giménez Laguardia emite sonidos ultratúmbicos… ¿Danza Huguette Sidoine condenada a un infierno sin salida? Ambos por separado son asombrosos, pero la lentitud butoh no cesa mientras mi irritación aumenta junto al victimismo de frío y hambre… ¿dónde está la puerta? me inquieto en el laberinto de mi inconsciente… ¿Qué cartas de la Guerra Civil española ni qué niño muerto? ¡Lo que yo quiero es mi cadáver, de inmediato! ¡Qué me corten la cabeza!
Y Miguel Ángel Gil me la trae… su cabeza… Se sienta frente a un espejo situado sobre una mesa repleta de hortalizas con las que se dispone a acicalarse. No entiendo… pero lo insólito del asunto, el extrañamiento que provoca en mí me mantiene en la curiosidad por observar su cara de col, de zanahoria, de apio… El artista es absurdo, inteligentemente ridículo… un verdadero payaso… sonrío. Y, de repente… qué redentor el camino que nos lleva a la parodia… Yo parodiando a Miguel Ángel que a su vez parodiaba a Giussepe Arcimboldo fui transformada por el poder de la zanahoria, sana para los ojos… Y la zanahoria, naturalmente, riéndose de todos.
Chipriana regresa, esta vez lleva a cuestas una fatigosa puerta… la lanza al suelo violentamente desembarazándose del peso y será luego el momento en el que el artista sacará un cuchillo, pero antes de que eso ocurra yo me impaciento, lo estoy deseando y sé cómo hacerlo, armada con mi móvil desenfundo , tecleo y envío: No más viernes sin riesgo.
Relaions in Grotesque and Beauty and other simbiois
The riddle of the monster, the dressing table, the letters from the war, the carrot´s giggle, the resurrection of Snow White, the fall of Beauty and the Beast, the slow birth of the nest, Antonio Chipriana´s knife…. Of all this I was a witness.
laughter; that is how the artist dares us to face the monster… and for me life entered into this game of looking, of learning how to see. I observed the monster that seemed to be observing itself in the mirror, but then I realized it was observing me. The monster´s view point gave an incomplete vision of itself, fragmented… What do you see in me that I don´t see in myself? It interrogated me with its eyes and I talked to it about its beautiful back… The monster thanking me for my complement offered me in exchange an enigma… Although Friday has no face; you have the ugly face of Friday… How easy it would be for you to sit at your vanity table and make yourself beautiful! My self-esteem rises.
Although He ritually visited every Friday to lie next to me for three hours, he, as always, forgot to take a risk in the liturgies with no chalice or host. But then I still was a believer. But that is another story.
It happened on a cold 22nd of November night in 2013 at the “Grotesque and Beauty” universe created out of the desires of a group of multi-disciplinary artists coordinated by Paloma Marina and set up by the Lechip Company: httd// lechipcomany.com/ in the “Espacio en Construcción” (at #7 Lourdes Street in Zaragoza). I arrived at this universe lead there by my red boots. And alone.
I tripped, accidentally?,… upon the sinister dollhouse by the artist Antonio Chipriana… and what at first began as a harmless probe up memory lane: What did this dollhouse remind me of?, What was it? Turned into an unexpected spell that gently jerked me- could it be perhaps Friday for them as well?- But I couldn´t delay nor could I resist in contemplating it. Like Nietzche someday I´ll have to face the mirror until I wipe off the
In a crystal showcase appears Charo de la Varga´s piece… like a coffin for Snow White… the heroine is mesmerized to the point of transformation. The artist takes me back to my childhood world of needles where my grandmother taught me how to crochet. Those lovely evenings when we would labor together and she would tell me stories of the cosmogony of my origins; we would crochet little dresses for my dolls. Ever since I saw Charo on television, crocheting a beard for a leading man, her work in crochet reminds me that people who love each other will always be together no matter how far apart they may be….Even in separate dimensions. And however how much effort my obsession tries to make it present, He still denies… But Charo and my grandmother, on the other hand, keep me company , their voices seem so convincing
It is not the chalice nor the host that you are lacking, you never were a believer. But although it is getting cold and I am beginning to feel hungry, or is it perhaps for that reason, I regain consciousness.
Was it a cherry, my cherry- or was that due to hunger? To say that it reminds me of Beauty and the Beast would be like saying nothing…. They transcend stereotype, they surpass and appropriate it lead by the stare of the credulous Paloma Marina.
Paloma always sheers from conventional paths, and sometimes she trips … but even when she falls she still continues to prevail on the unconquerable paths… on many occasions I´ve seen her achieve her goal. The woman in the photograph is round like fertility and the man is deformed like a ghost hiding in a nightmare. I envy them, I admire them. She is so brave embracing that which never has been publicly embraced. …He too is courageous letting himself be embraced in all of his deformity. With all of his individual fears; all of our collective fears… melting into each other, reaching out… liberating the stereotype in a pointed and unanimous way. With Him I also come, but without fears or phantoms… in sterile perfection… cold, stone like… lacking in moral risk. And then I come to the conclusion: Is this… what I´m lacking?
The space becomes alive through artistic actions: Gonzalo Catalina is born from a nest in Butoh motion, the minutes expand into an uneasy promise of eternity… that´s how infinite time arrives without urgency, but with enough time to victimize me with cold and hunger… I am angry with myself for my submissive behavior, I am mad… I should kill myself rapidly, I challenge myself.
Gustavo Giménez Laguardia emits ultra- tomb like sounds… Does Huguette Sidoine dance condemned to a hell without exist? Both of them separately are amazing. But the slow Butoh does not cease while my irritation magnifies together with the cold and hunger. Now where is the door? I am nervous in the maize of my unconscious. What are these letters on the Spanish Civil War? What dead boy? What I want is my dead body now! They should cut my head off!
And then Miguel Ángel Gil attracks my attention… his head, rather… He is sitting in front of a mirror situated on a table full of vegetables with which he dresses himself up in. I don´t understand. …the unusualness of the situation, its provocative strangeness catches my curiosity enough to observe his cabbage, carrot and celery face. … The artist is absurd, intellectually ridiculous … a real clown. …I smile. And then all of a sudden that redeeming path leads us to burlesque. And as I was making a parody of Miguel Ángel who at the same time was copying Giussepe Arcimboldo, I was transformed through the power of the carrot, which as we all know is good for your eyesight. .. And the carrot, naturally, laughed at us all.
Chipriana returns, carrying a fatiguing door. He throws it violently down on the floor, relieving himself of the weight and later the moment arrives when the artist takes out a knife, but before this happens I became impatient, I desired it and knew how to do it, armed with my cell phone I typed and sent a message: No more Fridays without taking the risk.