Isabel Logroño Carrascosa
los que no se van
Que descansen en ti, sé tú su carne. Se calmará su enorme ansia errante,
mientras los estrechamos ávidamente entre los cuerpos nuestros.
Pedro Salinas
un día una tarde
El fin del mundo debería ser así. Dos personas abrazadas en mitad del desconcierto.
Tranquilas pero tristes. Con lágrimas pero soportando.
Luna Miguel